top of page

LA PIEL DE LA CIUDAD

 

El proyecto ‘’La piel de la ciudad’’ se presenta como una manera de recoger y hacer portátil la urbe actual. Me interesaba reducir la ciudad a un objeto de dimensiones manejables que permitiesen llevarlo consigo, como si de un “gabinete” de mano se tratase.

 

En todo momento fui consciente de la imposibilidad de objetividad en el proyecto, partiendo así de la idea de que la urbe que estoy empaquetando y ofreciendo es mi visión personal, en este caso, de Barcelona.

 

¿Cómo percibo las metrópolis?¿Qué aspecto me interesa recoger? Tras pensar en la ciudad como una estructura cambiante, cuyo ritmo frenético se refleja en sus dinámicas inestables, inmediatamente me centré en una Barcelona circunstancial, una urbe ‘fugaz’. La idea de que algo tan grande y longevo como un núcleo urbano se reconstruya constantementey se encuentre siempre en contínuo movimiento a pesar de su posición estática e inamovible me fascina. Esa Barcelona “momentánea” era la que me interesaba ofrecer.

 

¿Cómo recoger una ciudad transitoria?¿Cómo mostrarla? Tras la lectura   de “L’Obra i la por” del artista y autor Pere Jaume Borrell i Guinart, me llamó la atención el concepto que usa pasa designar el paisaje como  algo contínuo y similar a una epidermis natural que recubre toda la tierra. Si el paisaje natural se pensaba como piel orgánica, la ciudad  podría considerarse una piel sintética, creada por encima del paisaje y modificada por el ser humano para su propia comodidad y acorde a sus necesidades. Si la ciudad se piensa como construcción para ser utilizada, de su uso derivan los rastros donde queda patente su funcionalidad. Las consecuencias del hábito: humedades, accidentes, paso del tiempo y todo aquello que deja huella en superficies susceptibles de ser modificadas.

 

 

A mi parecer, es en esas “grietas” donde la memoria más banal y menos arquitectónica se esconde. La memoria del día a día que tanto la ciudad como sus habitantes van creando de manera conjunta. Me interesa destacar aquellos trozos de memoria

que los mecanismo de la ciudad, en su afán por renovarse y corregir, olvidan. 

''Pero la ciudad no dice su pasado, lo contiene como las líneas de una mano, escrito en las esquinas de las calles, en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los pararrayos, en las astas de las banderas, cada segmento surcado a su vez por arañazos, muescas, incisiones, comas.''

 

Italo Calvino, Las ciudades invicibles//Las ciudades y la memoria 3

© 2015 by PALOMA TARRÍO

bottom of page